El dolor de espalda es muy común, ya que puede afectar a cualquier persona por una mala postura o cualquier movimiento brusco. Cuando aparece un dolor en la espalda o existe uno que persiste en el tiempo, es importante no solamente tratarlo correctamente para curarlo por completo, sino también encontrar el origen para evitar que vuelva a aparecer.
> Corregir malos hábitos beneficiará a tu espalda y el equilibrio de tu cuerpo
Distensión muscular: Las distensiones musculares se producen en la zona baja de la espalda, generalmente después de realizar un sobreesfuerzo en una posición inadecuada, como levantar un objeto pesado o después de un fuerte golpe haciendo deporte, por ejemplo. Esta lesión produce un fuerte dolor en la espalda, que se hincha y requiere de tratamiento fisioterapéutico para no derivar en una lumbalgia.
Lumbalgia: A esta dolencia también se le conoce como lumbago. Se trata de una evolución de una distensión muscular que o bien no se ha tratado o bien no se ha hecho correctamente. La lumbalgia común perdura unos días, pero si el dolor persiste durante un período de tiempo superior es esencial acudir al fisioterapeuta.
Ciática: La ciática consiste en el pinzamiento del nervio ciático, un nervio que va desde la parte baja de la espalda hasta el muslo derecho. Esta dolencia provoca un agudo e intenso dolor que impide prácticamente caminar con normalidad.
Hernia discal: Una hernia discal se produce cuando se deteriora o se rompe uno de los discos que separan las vértebras de nuestra columna. Cuando se produce un desgarro o una rotura de la capa exterior del disco, su parte gelatinosa se puede desplazar hacia otros nervios y puede llegar a irritarlos, lo que produce un dolor que puede extenderse a toda la espalda e incluso a las piernas. Una hernia discal puede tratarse sin la necesidad de cirugía.
Los dolores de espalda son una molestia muy normalizada. Casi todo el mundo padece uno u otro y tendemos a no darles importancia, ya que aparecen por cosas tan simples como pasar muchas horas sentado o de pie, hacer deporte o usar un calzado inadecuado.
No obstante, un dolor de espalda siempre indica que algo no va bien. Es la forma que tiene nuestro cuerpo de decirnos que hay que cambiar algún hábito antes de que la molestia se convierta en algo más serio y afecte a nuestro bienestar general.
La fisioterapia está muy familiarizada con este tipo de problemas por ser tan recurrentes. En este sentido, tu fisioterapeuta puede hallar el origen del dolor y diseñar un plan de ejercicios personalizado para aliviarlo y conseguir que no vuelva a aparecer.
Los principales causantes de dolores en la espalda son los movimientos repentinos y forzosos del cuerpo, sobreesfuerzos en posturas inadecuadas, la artritis, irregularidades en la estructura corporal, etc.
Sí. Mantener una misma postura durante muchas horas seguidas puede terminar provocando dolencias, ya que la carga del cuerpo se concentra siempre sobre la misma zona.
Los masajes alivian el dolor temporalmente, pero si este tiene su origen en un problema más importante no se eliminará por completo sin la ayuda de un tratamiento fisioterapéutico.
La fisioterapia puede ayudarte a eliminar el dolor de ciática y evitar su reaparición a través de ejercicios personalizados.
Sí. Un calzado inadecuado puede hacer que el peso del cuerpo no se reparta correctamente, lo que hará que unas zonas reciban más trabajo del que deberían soportar y se produzcan molestias.
Nunca es tarde para tratar un problema físico. Consulta a tu fisioterapeuta para que estudie tu caso y diseñe el plan de ejercicios más adecuado para tus necesidades.
No. Los dolores de espalda están muy normalizados porque son frecuentes en mucha gente, pero estos siempre indican que el cuerpo tiene un problema que hay que tratar.
Si el dolor por lumbalgia no ha desaparecido en unas semanas, la lesión puede tener un alcance mayor del que se cree, por lo que hay que acudir al fisioterapeuta para tratarlo y que desaparezca por completo.
El tratamiento fisioterapéutico para la hernia discal comienza por el estudio del caso para encontrar el origen del problema. Una vez detectado, se diseña un plan de ejercicios específico para restaurar el disco dañado y que este deje de causar dolor.
El factor de mayor riesgo de padecer problemas de espalda es la postura corporal. Si quieres corregirla para que no cause ninguna dolencia puedes recurrir al pilates y a la fisioterapia.