Todas caemos en el dicho de que “un buen tacón viste mucho” o que “ una mujer con un buen zapato de tacón va muy elegante”. Todo esto puede ser cierto, en función de la perspectiva en que lo mires. Pero antes que nada, desde nuestra clínica FT TRUJILLO, queremos que sepas principalmente los problemas que pueden acarrearte el uso abusivo de unos tacones de vértigo. Éstos van desde molestias leves o severas en los pies, hasta problemas en los huesos como son los juanetes, dedos en martillo, callos, durosidades e, incluso, dolor de espalda.
Nuestros expertos están de acuerdo con estudios publicados recientemente y es que los tacones de vértigo “ no tienen nada bueno”, y ésto es así porque afectan además al talón de Aquiles y crean una presión excesiva en la parte delantera del pie, acarreando problemas como los anteriormente mencionados. El andar sobre tacones altos desplaza el cuerpo hacia delante y obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el peso, provocando dolor y daño en estas extremidades.
Cuando alguien calza unos tacones, lo que está provocando es que se cambien todas las posiciones articulares del pie: el tobillo queda más flexionado, la rodilla y la cadera también se flexionan y se incrementan las curvaturas en la espalda. Esto, lo que te generará son dolores a nivel lumbar y cambios artrósicos en la rodilla de alguna manera irreversibles tanto en el pie como en otras partes del cuerpo.
Como mucho dicen, “Al caminar con tanta inclinación queda un pierna muy estilizada pero la musculatura extrínseca de la pierna, especialmente los gemelos y el sóleo (músculo situado bajo los gemelos), se contraen y quedan más cortos de lo normal”, produciéndose un desgaste óseo puede acabar en artrosis en la rodilla.
También el equilibrio y la estabilidad se ve afectado por el uso de tacones ya que, “la musculatura de las partes laterales del pie y de la pierna tienen que estar trabajando de forma constante para poder equilibrarse”. Ese “bamboleo” que provoca el caminar con tacones repercute en las rodillas, en las caderas y en la espalda porque “la base de apoyo del esqueleto son los pies”.
Los especialistas reconocen que las consultas de pacientes por causas de abuso de zapatos inadecuados están incrementando. Por ello, y para mitigar al máximo los problemas, te recomendamos que el calzado tenga un tacón de entre 2,5 y 4 centímetros para facilitar el despegue del pie. Y, además, es también de vital importancia que el calzado respete la forma del pie, la cual es más bien rectangular. Te aconsejamos desechar aquellos zapatos que tienen la punta muy estrecha porque favorecen que los dedos vayan encogidos, provocando problemas en los dedos y el antepié.
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